Tras años de eventos con grandes montajes en los que la decoración, audiovisual y contenidos tenían un papel principal, Coca-Cola lanzó un reto: ¿Cómo diseñar una nueva edición de su All Hands Meeting más orgánica y más emocional que nunca?
El objetivo era crear una experiencia auténtica y cercana que hiciera que el equipo pudiera conocerse a otro nivel y compartir momentos únicos para volver a lo verdaderamente importante: las personas.
No siempre hay que viajar muy lejos para conseguir grandes resultados: el equipo Coca-Cola recorrió cuatro etapas del Camino de Santiago, partiendo de Lugo, en una ruta llena de momentos diseñados siguiendo el carácter de la marca. Volvíamos al origen, a lo local, a nuestra tierra y a las experiencias cercanas.
Bajo el claim "Juntos hacemos camino", cada mañana nuestro maestro peregrino daba las pautas y se iniciaba la aventura. Naturaleza y tiempo sin mirar el reloj, el camino fue el lugar ideal para que el equipo reconectara y se conociera aún más. Siempre seguidos de cerca por nuestra Coca-Cola Van, para no perdernos los sabores locales con el mejor refresco del mundo.
Un viaje en el que conocer tradiciones, gastronomía, paisajes increíbles y hasta ritos mágicos especialmente preparados para el equipo Coca-Cola.