Las necesidades en los eventos van cambiando y cada vez existen más personas con restricciones en su alimentación por salud o por elección propia del estilo de dieta que siguen. Para garantizar una experiencia positiva para todos los asistentes, es clave que el organizador de eventos tenga en cuenta todas las posibilidades y se pueda adelantar a ellas.
Dietas vegetarianas, veganas, libres de gluten, regidas por alguna alergia alimentaria concreta… Cuando organizamos un evento es fundamental tener la capacidad de ofrecer opciones seguras y deliciosas para cada tipo de necesidad.
Lo primero que debe hacer el organizador es recabar toda la información sobre las preferencias y restricciones alimentarias de los asistentes. Se trata de una información crucial para poder planificar un menú inclusivo que contemple todos los requisitos.
Las encuestas previas o en el momento de confirmación de asistencia son dos herramientas que pueden ser de utilidad par recopilar toda esta información.
El catering debe estar preparado para que quienes sigan dietas menos comunes como son las vegetarianas, veganas, sin gluten o sin lactosa tengan opciones. Además es importante tener en cuenta algunas restricciones más específicas como alergia alimentarias, intolerancias y dietas médicas.
El trigo, los frutos secos, los lácteos, los mariscos y los huevos son los ingredientes que suelen generar más conflictos, por lo que el menú debe estar formado por una gran variedad de opciones cuyos ingredientes sean fácilmente sustituibles.
Las alergias más comunes incluyen trigo, frutos secos, lácteos, mariscos y huevos, por lo que cada plato debe ser claramente etiquetado y el equipo debe estar capacitado para evitar la contaminación cruzada entre alimentos.
Además de contar con un equipo capacitado para evitar la contaminación cruzada entre alimentos, cada plato especial debe estar claramente etiquetado. Deben estar formados para poder responder a preguntas sobre los ingredientes y métodos de preparación de los platos.
Asegúrate de que los asistentes con dieta especial no solo puedan comer, sino que disfrute de la comida y la experiencia como el resto de invitados. Para ello, ofréceles una gama de opciones similar e igualmente apetecible.
Por ejemplo, dentro del menú vegetariano, se pueden incluir opciones con proteínas vegetales como legumbres, tofu o quinoa, mientras que los platos sin gluten pueden contemplar alternativas a la harina convencional como la de arroz o maíz.
Es posible que los asistentes con necesidades especiales no cuenten con la información sobre la existencia de un menú adaptado, por lo que los organizadores deberán asegurarse de llevar a cabo una comunicación eficaz. También deberán facilitar el acceso a la información sobre los ingredientes y la preparación de los diferentes alimentos.
Tener en cuenta este aspecto durante la organización de un evento servirá para, además de cuidar de la salud de los invitados, hacer que se sientan cuidados y que la experiencia sea mucho más memorable.
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